La primera vez que entre en Gene’s llevaba un papelito en la mano. En el se podía leer «George», el nombre del dueño, y me lo habían dado en una agencia de trabajo (ilegal) de Nueva York. Previo pago de 100 dólares, y después de mentirles que tenía experiencia trabajando en hostelería, me prometieron un curro de «bus boy», que no era sino un ayudante de camarero.
Corría el año 88 y yo había llegado hacía unas semanas a la ciudad, por aquello de aprender ingles y vivir todo aquello. Inglés aprendí un poco, pero de la vida aprendí un mucho.
Estuve currando de busboy unos meses. Me gustaba, pero estaba todo el día encerrado en aquel tugurio, con momentos de mucho estres a la hora del lunch. Al tiempo quedó libre una plaza de «delivery boy», y me apunté. Repartía la comida a casas y oficinas; estaba todo el día pululando por la calle, subiendo y bajando en ascensores y consiguiendo entrar en sitios que los turistas no suelen frecuentar. Para un chaval de escasos 20 tacos fue una experiencia vital acojonante, que a día de hoy todavía recuerdo. Muchos momentos buenos y unos cuantos malos también.
Después de unos meses volví a España, aunque NY quedaría para siempre en mi mente. Tanto fue así que al año siguiente volví, pero eso os lo dejo para otro día…

El cocinero era de El Salvador, una bellisima persona que había atravesado Mexico de tren en tren. Las historias de cada uno de los que ahí curraban eran increibles. Mickey era mi compañero de «delivery»: me contaba como le subía cafe solo a Marilyn Monroe, pues durante un tiempo había vivido en el edificio de al lado; al principio no me lo creía, pero resultó ser cierto!!!!

Todavía tengo un trocito de Gene’s delante mio todos los dias

Para que veais lo que puede ser, a dia de hoy, el ambiente en un coffee shop neoyorkino, aqui teneis Prime Burger, que esta en el mismo barrio. Un sitio mayor, pero con un aire muy parecido a Gene’s.