Escarpos: si, no, a veces….

Estos días me he tenido que poner los escarpines. Hasta ahora había aguantado sin problema, pero lo de quedarse con los pies como muñones, incapaz de mantenerme sobre la tabla al final de una sesión, no mola. Así que con verdadero dolor me los he tenido que poner. No me gustan, no son cómodos; parezco el gato con botas y nunca me acostumbro a ellos, pero no queda otra.
Sin embargo conozco a gente que los usa incluso en verano, que no pueden surfear si ellos. Cierto es que la tracción sobre la tabla es mucho mejor y que la parafina es menos importante, pues el agarre mejora. Pero vaya, creo que es lo único bueno.
Y también hay paisanos que no los ponen ni a tiros. Deben tener pies de acero porque yo no puedo, y eso que suelo aguantar bien el frío. No les gustan, aguantan como campeones y se ahorran los escarpos. Olé sus huevos!!!

5 comentarios

  1. La verdad es que a mi tampoco me son cómodos, no tengo tacto y siempre acaban llenos de agua, pero hay días en los que son imprescindibles si quieres conservar los dedos.
    Me gusta en detalle de la alfombrilla, lo apunto. ¿Te entra la Karma en el Autobianchi?

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