Ayer salí tarde del agua, y cuando me estaba cambiando pude ver como este monstruo giraba al lado mío.
Una Volkswagen LT no es nada nuevo, pero ésta tenía algo especial: estaba sobre-elevada de manera brutal, y con su techo alto parecía un tanque!!
Después de pedir permiso para hacer unas fotos, estuve de charla con una chica (su novio se fue a surfear ya entre tinieblas). Venían desde Austria con semejante cacharrete, que habían reparado ellos mismos; en resumen, unos valientes con muuucha paciencia. El trasto me encantó, de eso no hay duda.
Esta noche ha dormido en el parking de Laida. Según la vi ayer al anochecer, me acordé de tu entrada en el blog
Cacharro enorme.
Un saludo