El era un joven con ganas de mundo que acabó en la ciudad de Nueva York, trabajando en un delicatessen. Nature’s Gift, que así se llamaba el garito, estaba en el Upper East Side de la ciudad, una de las mejores zonas de Manhattan. Los clientes eran gente con pasta, mucha pasta; algunos famosos y muchos anónimos, pero la mayoría con unas cuentas bancarias más que saneadas. El se encargaba de llevar los pedidos a sus casas, en un carrito. Accedía por la entrada de servicio a unos apartamentos que quitaban el hipo: el mármol y los dorados impolutos reinaban a sus anchas, moquetas y lujo, mucho lujo, un lujo que se veía y que se palpaba. Olía a dinero.
Entre los clientes de postín estaban John John Kennedy, Robert Redford y muchos otros más, con los que evidentemente nunca llegó a tener trato. Sin embargo con Isabella si. Ella iba, hacía la compra y siempre tenía una palabra amable con él. Luego le llevaba sus paquetes a casa y se ganaba una buena propina. Algunas veces incluso charlaban; lo de ser español en Nueva York no dejaba de ser un tanto singular, y la ascendencia italiana de Isabella creaba una especie de vínculo invisible entre ellos.
Un buen día él decidió volver a su tierra. Dejó todo aquello no sin antes despedirse. Ella le dió un par de besos y le deseo toda la suerte del mundo; él se quedó con una copia de su último pedido y un recuerdo imborrable.
Corría el año 94; pasé unos meses inolvidables en la «ciudad que nunca duerme» con unas experiencias que recordaré de por vida. Isabella Rosellini resultó ser una persona encantadora. Sonreía poco, pero cuando lo hacía era de corazón. Encontré el recibo por casa este fin de semana; pensé que lo tenía perdido y mira por donde…
Lo mejor es que la tienda sigue igual!
Ay!! me encantaría conocer la tienda..
Toda una dama, actriz maravillosa y super guapa.
Me ha encantado la historia, menuda anécdota, con lo que me gusta el cine..Fantástica mujer.
Gracias y muchos besos
Bonita historia, una película de esta MUJER salvo mi relación, ya se que suena un poco cursi pero así es, la peli en concreto es «Un toque de infidelidad» junto a Ted Dahuson. Si la encontráis verla es muy chula.
Querido Valentín, tu historia no es nada cursi, en absoluto. Pienso y creo que el buen cine nos ha dado muchas alegrías y sigue dándonoslas (en lo que a mi se refiere, cinéfila a más no poder y es a lo que me dedico).
La peli a la que te refieres es muy buena y sobre todo me alegra que tu situación se haya arreglado.
Un abrazo Valentín…y sigue viendo cine, ehh???. Besos
Se arreglo, después de 24 años seguimos juntos y con un hijo, un abrazo para ti Carmen.
No sabes cuanto me alegro (soy muy empática) jeje. Besos para los tres 🙂 🙂