No recuerdo cuando conocí al «Chanca», pero fue hace mucho tiempo. Yo empezaba en esto del surfing y él ya era un veterano; yo era de Salinas y él de Gijón, distancia que para mi entonces era un mundo.
Venía por la playa y el respeto siempre estaba ahí, sin duda. Me recibió en Rodiles un buen día, e incluso me dio algún consejo que siempre se lo agradecí. Pasaba tiempo sin verle, pero siempre que lo hacía tenía un saludo y unas palabras amables. Este último verano charlamos largo y tendido en el paseo, sobre los fondos, el viento, las olas… lo de siempre.
Chanca era surf; Chanca era mar, siempre mar.
Mañana sábado día 7, a las 12 de mediodía, se le va a hacer un pequeño homenaje a su nombre en Gijón, a la altura de la escalera 21. Se echarán sus cenizas al mar, lo que siempre fue su casa y alrededor de lo que giró su vida.
Un abrazo Chanca, siempre estarás en la memoria de todos.