Hoy tocaba baño tablonero y tocaba elegir quilla. Y lo de siempre, porque cuanto más pruebas, más difícil resulta tomar una decisión. La negra es el modelo «Timón», de Deflow, y la otra es la original de la tabla, por cierto, una Bing California Pintail, 9’4″.
Llevaba tiempo con su quilla propia pero me apetecía un cambio, sobre todo porque estaba muy pequeño. Las quillas de pivotar, como la de Deflow, dejan la tabla bastante suelta al contrario de lo que pueda parecer; se gira muy bien con ellas (pivotando obviamente) y funcionan perfectas en olas pequeñitas.
La quilla convencional la dejo para otros días con algo más de fuerza o de mar, donde hay que «agarrar» un poco más la tabla.
Hoy ganó la quilla negra…
P.D.: Ojo, tan importante como la quilla es su posición. Si no está en su sitio puede ser una pesadilla, y yo he descubierto que ésta funciona mejor cuanto más atrás en el cajetín…

Estas eran las condiciones al salir del agua. Con la marea más alta estaba algo más limpio y bonito, se acercaba una galerna…