Conozco a Julián desde que era un crío. Guardo una buena amistad con su padre, con el que trabajé muchos años y al que le debo mucho. Sin embargo, él nunca quiso meterse en el negocio familiar y eligió la fotografía como forma de vida. Lo suyo es el fotoperiodismo, desde luego, y por ello ha viajado y se ha movido un montón.
El surfing siempre lo tuvo en un rincón de su mundo; recuerdo ver alguna tabla por su casa desde hace tiempo. El caso es que no tenía ni idea, pero he descubierto a través de su Instagram que ha unido su profesión con su afición, y hace unas fotos preciosas!!
Le he pedido unas cuantas y aquí las tenéis. Algunas son de aquí y otras de Australia, pero todas ellas tienen un punto muy interesante.
Siempre es bonito descubrir a alguien que hace fotos en la playa, y si encima es un conocido y las fotos son como estas, la sorpresa es doble. Enhorabuena Julián!!