La verdad es que debió de ser casualidad, pero en un rato que pasé por Gijón tuve una serie de encuentros cacharriles de los más variopinto.
La Volkswagen T2 de Jaime, de origen mejicano, mola mucho mucho. Un color muy original para el modelo y un interior más que decente y funcional, muy bien!
Y que decir de la Pegaso negra mate… pues un calderín muy muy curioso, con una pintada lateral que hace honor a sus dueños.
Y la sorpresa para el final, porque el que tiene abandonado ese Mehari no sabe lo que tiene, o por lo menos no es consciente de lo que piden por ellos: valen una fortuna!