
Cuando hay olas te pones nervioso, te alteras, la ansiedad se apodera de ti pensando cuando será el mejor punto de marea. Se meterá en viento? Se joderá? Y cuando suba un poco… Joooder, que tengo que hacer la compra!!!!
Tu vida se convierte en un infierno de incertidumbres y preguntas sin respuesta. Me tiro ahora? Espero un poco?
Y ya no hablemos de cuando sabes a ciencia cierta que hay buenas olas y no puedes entrar. Bueeeeno, eso ya es algo cercano a la tortura mas cruel. Encerrado currando, sabiendo que están cayendo unas izquierdas preciosas, o invitado en una primera comunión de un primo segundo mientras tus colegas se ponen morados, jajajaja.
Seguro que habéis pasado situaciones así un montón de veces, y no se si serán los años, pero me agotan física y psicológicamente. Estoy cansado.
Que maravilla es ver el mar con ese viento del norte que lo destroza todo, sabiendo perfectamente que no hay rincón donde surfear algo decente. Te relajas y disfrutas de una tarde tranquila porque sabes que no te estas perdiendo nada…Fijo!!
Fotos: Nacho Martínez



Suscribo