Esta mañana mi pequeño Autobianchi me pidió que por favor le diera una vueltina, un paseo. Después de algún exceso etílico típico de estas fechas, con su correspondiente lenta recuperación, ya era hora de pegarse un baño. Así que nos fuimos al vecino concejo de Carreño, al que me unen lazos familiares. Un poco de rallye (poco), unas olas, y todos contentos!!
Ah! y feliz año a todos, por si no nos vemos…
Las condiciones no eran para tirar voladores, pero está claro que en mucho peores plazas hemos toreado!!!
De vuelta a casa, que descanse el chaval
The good life! Feliz año a toda la familia, y a seguir así bien muchos más. Un abrazo!