Foto: Claudio
He escrito varios artículos al respecto de las expectativas que tenemos cuando nos tiramos a coger unas olas. Este texto es de Mayo del 2005, y creo que merece ser rescatado del olvido:
La cosa va mas o menos sobre ¿que es lo que esperas de este baño?.
Digamos que llegas a la playa, ves el mar y te lo encuentras precioso. Lineas perfectas, viento terral, poca gente… Totalmente atacao, te metes al agua. No sabes porque pero te cuesta situarte. Ya has pillado un par de olas y la has cagado en las dos. La cara se te empieza a torcer. De repente entra mas gente y el pico se empieza a petar. Tu sigues en tu guerra particular, has pillado alguna ola mas pero no acabas de cogerle el punto. Empiezas a pensar que tenias que haberte tirado con una tabla mayor, o que deberías de haber rascado un poco la parafa. Y encima no haces más que ver como un par de colegas tuyos se ponen moraos, y esto ya te jode con mayúsculas. Acabas tirándote a un cerrote que te deja vendido detrás de la barra. Ya cierra demasiado y no eres capaz de volver a entrar, te das la vuelta, pillas una espuma y pa’ fuera.
Cuando llegas al parking todavía te das la vuelta y ves entrar una serie perfecta. Lo que pasa por tu cabeza es indescriptible, una mezcla de rabia, mala leche y ganas de llorar, que se transforma en auténtica impotencia cuando alguien que estaba contigo en el pico te dice aquello de » vaya bueno, eh!!».
El problema fue que sobredimensionamos la sesión. Desde fuera vimos unas olas que nos parecieron tan buenas, que nos pensamos que íbamos directos al edén. Ya habíamos firmado un baño épico sin haber mojado un pie. Nos colgamos las medallas sin ir a la guerra y estábamos totalmente convencidos de que iba a ser el baño del año. Probablemente al final no fue tan malo, pero seguro que no fue tan bueno como pensábamos, ni de cerca vaya.
Sin querer, arruinamos la sesión y el dia de olas, nos vamos de la playa de mala leche y cagándonos en todo, a pesar de que el mar estaba precioso y las olas estupendas.
Sin embargo, en el otro lado de la moneda, llegamos a la playa un día feo, con un viento malo malo, poco mar y unas condiciones lamentables. Es domingo por la tarde, no tenemos nada que hacer y mañana lunes hay que currar. Te decides tirar a pesar de todo. Mira por donde, que según entras pillas un par de olas con una especie de pared que te dan todo el juego del mundo. Te lo estas pasando pipa!!! Estas poco tiempo, una hora, pero has pillado una docena de olas en un pico donde solo estabais dos iluminados con una moral a prueba de bombas. Sales del agua y coño, te ha prestao por la vida y te piras mas contento que unas castañuelas. ¿Por que? porque no esperabas absolutamente nada y al final te has divertido.
Pensar un poco en todo esto, y no comentáis fallos como en el primer caso. Como siempre, sé que no haréis ni caso. Que lo veréis guapo y pensareis que estáis en Jeffreys. Que os tirareis a ojos cerrados, sin mirar mucho mas. Si la cosa no sale tan bien, no os mosqueeis conmigo por favor, yo ya os avise de lo que os podía pasar….
Amen!!,! Pasa y mucho. Luego otro dia entras con olas de mierda y lo pasas pipa!
En esto del surfin, con el tiempo, he ido convenciendome de que hay que cultivar en la medida de lo posible la ataraxia, o la falta de turbaciones del ánimo, como decia el bueno de Epicuro.
El surfin es una montaña rusa de emociones. Desde que comienzas a ver el parte de olas o la webcam, a cuando llegas a la playa, cuando coges una ola y te enfrentas a la realidad.
Seamos realistas, vivamos el momento, nada más. ¿que lo dan bueno? Ok, habra que verlo… ¿Que estas en la barandilla y se ve bueno? Ok, a ver desde dentro…
Y una vez en el agua, disfruta cada ola sin esperar nada mas. Aparta de tu mente los enfermizos videos de surfing en condiciones indonesias de perfeccion: Estás aqui, y ahora.
No solo el churfing es una montaña rusa, la vida en si lo es y con muchas expectativas, nada anormal pero lo que creo que cuenta es el AHORA.
Feliz finde.
jajaja lo has clavao!!!