La noticia parece una coña pero no lo es. Aparece en La Nueva España, que no es ningún periódico de esos dados a las bromas. Ya me estoy preparando para la batería de preguntas que me caerán durante el día: «eras tu el de la fuente?» y más…
Yo también fui chaval (hace años ya) y cometí alguna de esas, lo reconozco. Llenamos de jabón esa misma fuente, nos bañamos en ella e incluso le colgamos unas flores hawaianas como parte de los actos del Festival de Longboard.
Lo que ocurre es que ahora los actos se repiten día tras día. Ayer fue esto, pero anteayer rompieron las luces del Museo de Anclas y hace unos días entraron a robar bebidas en un bar. Esta bien que Salinas se llene de gente joven en verano, soy el primero que me alegro, pero un poco de control no estará de más. Reconozco que no se puede vigilar a todos lo que pululan por el pueblo, pero esperemos que la cosa no se vaya de las manos y se convierta en una ciudad sin ley donde se puede hacer de todo. Por el bien de todos…