Foto: Sidrisima

1.- No hay malas olas
Ese cuarto de metro, o menos, tan típico del verano se convierte en divertimento puro y duro. Vas a ver el mar de otra manera y disfrutar de las olas pequeñas tanto o más que de las normales.

2.- Te hará mejor churfer
Vas a surfear desde un punto de vista completamente diferente. Leeras las olas de otra forma, y luego eso mismo lo podrás aplicar a la tabla corta. Es un mundo nuevo con mucho por descubrir.

3. – Tendrás más amigos
El ambiente entre los tabloneros es definitivamente mejor que entre el resto de churfers. Suele ser gente de más edad, más madura (a veces) y más abiertos. Hay un espíritu diferente sin duda.
También es cierto que el tablón te hará ganar algun enemigo. Siempre hay algun estrecho de mente que lo del longboard le parece un sacrilegio; no pienses en ellos, no merecen la pena…

Foto: Félix González

4. – Vas a coger más olas
Sin duda alguna, aunque este punto es un tanto delicado. No nos aprovechemos (demasiado) de la ventaja que tiene llevar tanto foam debajo. Seamos condescendientes con el resto porque sino ese «buen rollo» se nos va al carajo.
Pero de todas formas, sin duda, vas a coger muchas más olas.

5. – En la variedad está el gusto
Tabla corta, tabla larga, ola pequeña, ola grande… hay que tocar todos los palos, ahí radica la diversión!!!

(Artículo aparecido originalmente en The Inertia, aunque yo le he dado una vuelta)