Hace unos días que publicaba en mi cuenta de Instagram una foto estupenda que me había hecho Asier Navarro años atrás. En ella «compartía» una ola con Rubén Fuente durante la celebración de «El Tableru» en San Vicente de la Barquera. La foto reflejaba un momento muy chulo ciertamente, de alguna manera contaba una historia y es una de esas instantáneas que gustan.
El caso es que al poco de ponerla empecé a recibir una cantidad de «me gustas» increíble. Mis humildes fotos superan con dificultad el centenar de «likes», pero aquello se estaba desfasando… 300, 500, 700, joder, 800!!!!
Estaba claro que había algo raro, hasta que alguien me chivó que aparecía en Surfline. Algo pasaba, estaba claro, y es que el poder de los grandes «sites» de internet es increíble…