Hace un par de días que se ha acabado del Festival de Longboard de Salinas 2016, y quizá sea hora de hacer una valoración. Para mi ha sido buena, pues creo que ha habido un esfuerzo organizativo importante. Las mejoras de muchos aspectos problemáticos de pasadas ediciones fueron evidentes. He visto más equipo, mucha gente currando y tratando de hacer bien las cosas.
La zona de los Food Trucks ha sido estupenda; mucha variedad de comida y muy buen ambiente para todos los públicos. Quizá alguna mesa más, y seguro que más contenedores de basura hubieran puesto la guinda, pero a mi me ha gustado.
La zona del escenario principal, pues bien como siempre, aunque hubiera sacado de ahí en medio la pista de skate.
La otra «zona de ocio» es la que más me cruje, pues poco tiene que ver con el festival. Es botellón puro y duro, y no me acaba de convencer…
El mercadillo y la super-carpa es muy cómoda para los expositores, aunque hecho en falta más temática surf, sinceramente.
La acampada ha mejorado mucho organizativamente hablando, pero habría que preguntarse algún día el sentido de la misma… muchos de los acampados son chavaletes que vienen por la fiesta. Punto.
El campeonato de longboard lo veo un peldaño por debajo dentro de toda el montaje. No es que este mal, en absoluto, pero si que creo que la organización lo debería de apoyar más con mejores medios. Richy y Román han hecho maravillas con unos medios muy escasos. Hay mucho margen de mejora porque además es el germen de todo esto y se debería de cuidar un mucho más.
Se ha mejorado mucho, y se han subsanado muchos errores que yo mismo fui el primero en denunciar, cosa que me alegra infinitamente.
El año que viene más y mejor, hasta entonces…