Organizar un evento así, con tanta gente involucrada y tantos factores difíciles de controlar, como puede ser el meteorológico, es una pequeña pesadilla. Lo que te apetece cuando lo acabas, en caliente, es mandarlo a la mierda y proclamar el «no lo vuelvo a hacer» por bandera. Sin embargo la cosa sale año tras año.
Hay muchas ganas de hacerlo bien, de que la gente y los artistas queden a gusto, que cuando ves que todo rueda es una verdadera satisfacción. Las críticas son excelentes y te paran por la calle «que bueno el festival», así que al lío de nuevo…
Os dejo con el video-resumen de esta edición. Hemos tardado unos días en sacarlo porque Juan es un chiflado perfeccionista y no puede ver una bombilla fuera de sitio; es coña, las cosas llevan su tiempo y estoy seguro de que os va a gustar.