Era la entrega de premios y rifa del Festival de Longboard de Salinas, hace unos cuantos años. Alex acababa de recibir una tabla nuevecita en el sorteo, cuando Pepe volvió a sacar un número. Su cara se torció y tan solo pudo mascullar un «joder!», cuando Alex volvió a subir al estrado con su otra papeleta ganadora… es decir, le habían tocado DOS tablas en un momento.
El pobre chaval debía de tener 12 años, y estaba tan nervioso con sus dos tablas que cuando Matt Calvani se acercó a él para hacerse una foto no sabía muy bien que hacer. Tuve que calmarlo y decirle algo como «Alex, este hombre hizo esa tabla y se quiere hacer una foto contigo, tranquilo». Así fue, y se hicieron la foto de rigor.
Esta fue la segunda tabla que le tocó ese día, un Fish de Bing Surfboards. Un 5’8″ que ayer mismo me dejó el bueno de Alex. Un juguete extremadamente divertido. Solo pude pillar con él tres olas (buenas) hasta que los rayos me sacaron del agua, pero me dió tiempo a corroborar un par de cosas:

-todavía me puedo subir en algo tan pequeño

-joder, como cansa!!!

Una vez subido en ella es brutal, genial, divertidísima… pero hay que remar como un poseso.
En fin, trataremos de repetir, se lo merece.

Aquí la tenéis, nuevecita. La verdad es que a día de hoy no luce nada mal, que conste.