Se podrían decir muchas cosas sobre tener crios y hacer surf. Son muchos los pensamientos, reflexiones y comeduras que le pasan a uno por la cabeza al respecto.
Un común denominador es lo de que todo el mundo te pregunta «y bueno, tu crío ya cojera olas, ¿no?».
En mi caso, si pero no. No tiene tabla, ni tiene traje, ni va a la playa pensando en surfear. En su caso va a la playa a jugar con la arena, a hacer barcos de esos que acaban sucumbiendo con la pleamar, a tratar de volar una cometa, a darle a la
pelota, a bañarse y tirarse a las olas.
¿Surfing? sabe perfectamente lo que es, incluso sabe que hoy su padre ha cojido el tablón porque esta pequeño. Conoce el surfing porque lo ha mamado desde pequeño; hay una tabla colgada en su cuarto, otra en el salón de casa, fotos por todas partes, peliculas, etc.
A veces, cuando salgo del agua y coincido con él en la orilla, le pregunto si quiere coger alguna ola. Si esta pequeño se suele animar, yo le empujo y él se pone de pie hasta que las quillas dan con la arena. Así va aprendiendo poco a poco, sin darse cuenta si quiera. A é le presta por la vida… y a mi más!!!
Fotos: @photobyclau
(Recupero esta entrada del año 2006 para haceros una segunda parte en breve…)