Cuando se junta el talento de Jan Latussek con un pedazo de churfer como James Parry la cosa no puede salir mal. Vale que las olas de la Zurriola no eran para tirar voladores, pero eso nuestro amigo Parry lo solventa con una clase y estilo soberbio.
Precioso corto para despedir este 2017… un saludo a todos, y gracias mil por pasaros por este blog…