En el fondo fuimos muchos los que empezamos a surfear con correolas, que en algunos sitios llaman «plankin». Lo usábamos como si fuera un bodyboard, pero además también «hacíamos orillas», que no era otra cosa que lanzarlo en la orilla con muy poca agua y deslizarse por ella. Algo muy divertido no exento de peligro, pues cuando te quedabas sin agua el frenazo en seco y la consecuente bofetada era tremenda.
Los yanquis llevaron esto a otro nivel e inventaron el skimboard y este tipo, Austin Keen, es un puto fenómeno. Me encanta como desliza, es brutal; el tío está claro que es de goma, pero además su imaginación no tiene fin, y mezcla todo tipo de medios y formatos.
Alucinar…