Si os gustan un poco el cine y los coches os sonará una peli que se llama Bullitt. En ella Steve McQueen conducía un Ford Mustang del año 68 por las calles de San Francisco; persecución repetida hasta la extenuación pero no por ello menos buena. Unas imágenes icónicas que colocaron al modelo de Ford en el altar de los grandes.
El caso es que el coche en cuestión, el original, el de la peli, ha vuelto a la vida. Estuvo más de cuarenta años abandonado y ahora ha aparecido. El cacharrete se vendió en el año 74 por 6.000 dólares, y su dueño lo guardó como oro en paño, negándose a soltarlo por cifras muchísimo mayores. Incluso el propio McQueen quiso hacerse con él pero no hubo manera.
El dueño murió en el 2014, y ha sido su hijo el que ha sacado a la luz la joya en cuestión. En su salsa, con su pintura original, su motor y su pátina.
Lo siento mucho, pero estas cosas me encantan…
(gracias por el chivatazo, Marchi)